La sinergia del equipo |
El logro individual |
Por supuesto que existe un impacto clave en los procesos internos y aquellos que están en la zona frontera e interactuan con su entorno relevante.
Tengo la vivencia a través de una colega que trabaja en una empresa privada en el área de gestión humana o gestión de gente, éste último utilizado como término o concepto que abarca a todos en la organización, digo, como una arista más popular o de máxima consideración al ser humano.
En una oportunidad, una persona se le asignó a un proyecto y se inicia como nuevo miembro. Cada uno se le presentó con su nombre, cargo, años de experiencia y su rol en el proyecto. Cada uno se ocupó de informarle dónde y como agregaba su valor personal en el proyecto. Hasta ahí, todo bien. Una vez que todos se presentaron, le fueron indicadas sus responsabilidades; actividades, alcance o límites y qué hacer hasta en casos de incendio (ojo: nada con candela); es decir, qué hacer en caso que se metiera en problemas.
Como final de aquel proceso de iniciación/ socialización, le quedó claro que el objetivo era su compromiso, su alineación, su contribución, lo mejor de si para el logro de las metas del proyecto y los lineamientos del líder del proyecto.
Progresivamente le fueron asignando pequeñas tareas, actividades y trabajo en equipo con otros compañeros en metas comunes. Poco a poco fue soltándose y el líder, bajo la premisa que como responsable del proyecto tenía el deber de hacer de cada uno de sus miembros, lo mejor de si.
No paso mucho cuando esta persona, empieza a asumir nuevas responsabilidades, retos y desafíos que poco a poco, para no decir, de una forma progresiva, fue destacándose. La organización, coordinación de acciones y lineamientos que fue desarrollando, daban frutos sobresalientes. Trabajo en equipo, logros y buen conversador, pronto se hizo brillar.
Ustedes saben que a los jefes, administradores, gerentes, les llama la atención de una manera positiva escuchar "Results above all". Eso es así en muchas empresas y esta no era la excepción.
Tres (3) características eran su presentación:
1.- Contribuyente solitario. Eso a pesar de mostrar una muy buena interacción con el equipo, no obstante, todo apuntaba que su cooperación era para sacar algo a cambio que apuntaba a sus compromisos individuales asignados por el líder . Digo yo: y quién no?
2.- Logrador. En términos de efectividad personal, se destacaba su Dominio en retarse a si mismo buscando siempre la excelencia.
3.- Interés en el fondo (la esencia de sus asignaciones) y poco en la forma; es decir, en lo rápido, ecuánime y transparente. "Primero el rayo y después el trueno"
Imagínense lo que me comentó mi colega:
No tardo mucho tiempo de ese despegue y brillantez, que en sus compañeros de trabajo eran más bien sus enemigos, que debía ser humilde y dejar de proyectarse como el mejor! que el trabajo aquí, en proyecto es de equipo y no de personalidades. En este sentido, la vida en el trabajo se le puso dura en materia de interacción social. Que los resultados eran de todo el equipo y no de uno sólo. Es decir, "Venezuela somos todos"
En una reunión dos colegas del proyecto le llamaron el llanero solitario, el "sabelotodo" y el que quería ser el gran líder. La solidaridad y cooperación entre todos era la vía para lograr las cosas.
Uno desde afuera, piensa: y dónde quedó la iniciativa individual. Probablemente el supervisor le alentó en unas expectativas de brillar y cumplir sus logros, antes de replegar su trabajo en la modalidad del equipo.
Si me contó que al final, pasó ser uno más de los miembros con desempeño promedio.
Uno diría, el arte de combinar lo individual con lo grupal. Nada fácil!
Imaginen en una institución pública.