¿Alguna vez alguien te ha
pedido un “Feedback”? o directamente te ha preguntado: ¿Qué tal, ¿cómo lo hice?
El feedback es lo que
hacemos cuando damos nuestra opinión o evaluación del comportamiento o
rendimiento de alguien; o también, es cualquier comunicación que facilita
información a otra persona acerca de nuestra percepción de los mismos y de cómo
incide en nosotros su conducta.
La capacidad para facilitar feedback es fundamental para el éxito de cualquier intervención como directivo, y es una de las funciones más importantes que debe desempeñar el directivo como tutor, o como fuente de desarrollo de las personas.
La capacidad para facilitar feedback es fundamental para el éxito de cualquier intervención como directivo, y es una de las funciones más importantes que debe desempeñar el directivo como tutor, o como fuente de desarrollo de las personas.
Quienes destacan por sus
logros siempre buscan feedback o formas de analizar sus éxitos. Incluso un
feedback negativo es preferible a la ausencia de feedback. El individuo no
tarda en perder su motivación y entusiasmo si cree que nadie se preocupa de su
rendimiento. El feedback es una forma de reconocimiento que motiva a la gente.
Como señaló Hill, el proceso moderno de feedback lo controla más el empleado
que el directivo, haciendo un énfasis especial en el asesoramiento, la
autoevaluación y el autodesarrollo.
El feedback se centra en las
competencias clave que requiere un determinado puesto de trabajo y los resultados
que requiere la organización, e identifica los principales impulsores del
rendimiento necesarios para alcanzar el éxito organizativo.
El buen feedback presta su máxima atención a los objetivos y está orientado hacia el futuro.
Los autores describen a continuación los beneficios que comporta un feedback constructivo, entre otros son:
1. Despierta un sentimiento de pertenencia en los individuos.
2. Actúa fortaleciendo la probabilidad de que se perpetúe el comportamiento deseado, sobre todo si se practica intermitentemente. Si el feedback es negativo puede inducir al individuo a luchar con más fuerza para mejorar y desarrollar su rendimiento.
3. Potencia los puntos fuertes del individuo y sus contribuciones a la organización.
4. Crea una relación entre el directivo y el empleado generando confianza y una comunicación de doble sentido entre emisor y receptor.
5. Genera autoestima, confianza y seguridad.
6. Ayuda al colaborador a desaprender hábitos improductivos o ineficaces.
Cómo facilitar feedback
Pueden utilizarse diversos métodos (cara a cara, indirecto, verbal, escrito, solicitado o no solicitado...), sin embargo el que da mejores resultados es el cara a cara.
En relación con la preparación del feedback, deberíamos tener presente, que al tratarse de un proceso continuo, ha de comprender distintas etapas de implementación:
Preparar la sesión:
1. Identificar un problema de escasez o bajo rendimiento (¿es habitual, atípico, repentino?) o de rendimiento alto.
2. Comunicar el impacto, en caso de déficit (personal y organizativo), proporcionando datos objetivos. Equilibrar lo positivo y lo negativo (Técnica del sándwich: Comenzar con algún aspecto positivo, seguir con temas a cambiar, y finalizar con una actitud de confianza hacia el cambio futuro).
3. Analizar la causa del bajo o alto rendimiento: Técnicas, conocimientos, confianza, proceso, etc.
4. Invitar al empleado a evaluar su propio rendimiento: ¿Es resoluble el problema o cómo se puede potenciar más el rendimiento?
6. Pedir permiso para proponer otras soluciones.
7. Establecer objetivos y un plan de acción.
8. Seguimiento: Control, evaluación, feedback continuo.
El buen feedback presta su máxima atención a los objetivos y está orientado hacia el futuro.
Los autores describen a continuación los beneficios que comporta un feedback constructivo, entre otros son:
1. Despierta un sentimiento de pertenencia en los individuos.
2. Actúa fortaleciendo la probabilidad de que se perpetúe el comportamiento deseado, sobre todo si se practica intermitentemente. Si el feedback es negativo puede inducir al individuo a luchar con más fuerza para mejorar y desarrollar su rendimiento.
3. Potencia los puntos fuertes del individuo y sus contribuciones a la organización.
4. Crea una relación entre el directivo y el empleado generando confianza y una comunicación de doble sentido entre emisor y receptor.
5. Genera autoestima, confianza y seguridad.
6. Ayuda al colaborador a desaprender hábitos improductivos o ineficaces.
Cómo facilitar feedback
Pueden utilizarse diversos métodos (cara a cara, indirecto, verbal, escrito, solicitado o no solicitado...), sin embargo el que da mejores resultados es el cara a cara.
En relación con la preparación del feedback, deberíamos tener presente, que al tratarse de un proceso continuo, ha de comprender distintas etapas de implementación:
Preparar la sesión:
1. Identificar un problema de escasez o bajo rendimiento (¿es habitual, atípico, repentino?) o de rendimiento alto.
2. Comunicar el impacto, en caso de déficit (personal y organizativo), proporcionando datos objetivos. Equilibrar lo positivo y lo negativo (Técnica del sándwich: Comenzar con algún aspecto positivo, seguir con temas a cambiar, y finalizar con una actitud de confianza hacia el cambio futuro).
3. Analizar la causa del bajo o alto rendimiento: Técnicas, conocimientos, confianza, proceso, etc.
4. Invitar al empleado a evaluar su propio rendimiento: ¿Es resoluble el problema o cómo se puede potenciar más el rendimiento?
6. Pedir permiso para proponer otras soluciones.
7. Establecer objetivos y un plan de acción.
8. Seguimiento: Control, evaluación, feedback continuo.
Reacciones negativas al
feedback.
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A modo de resumen, según los autores, el proceso de feedback inteligente tendría las siguientes etapas:
1. Observar: Recoger información significativa en relación con las competencias clave del puesto.
2. Preparar: Tener en cuenta los temas tanto de contenido como de forma. Buscar el mejor momento y lugar.
3. Mensajes contenido del feedback: Transmitir de forma objetiva y con datos claros y concretos.
4. Gestionar la reacción de la persona, teniendo en cuenta lo expuesto más arriba.
5. Elaborar un plan de acción:
- A través del Coaching: lo elabora el propio colaborador.
- A través de la búsqueda del Compromiso: la dirección pone plazos, acciones, etc.
- Co-participado: Se elabora de forma conjunta entre la dirección y el colaborador.