De acuerdo al Instituto de
Investigación del Futuro, ubicado en Palo Alto (California), especializado en
predicciones a largo plazo y en trabajo conjunto con el Instituto de
Investigación Apolo,
que estudia cómo los grandes cambios disruptivos van afectar a
las organizaciones y las capacidades necesarias en el trabajo, han identificado
al menos, tres (3) grandes disrupciones o vertientes creativas de cambio:
1.- Las nuevas tecnologías
de automatización, la microsegmentación y la
robótica de enchufar y usar.
Los trabajadores más
valiosos serán aquellos capaces de hallar un punto óptimo de cooperación entre
las personas y los sistemas automatizados para lograr el máximo rendimiento. Es
el avance de los sistemas automatizados colaborativos.
2.- Uso de la tecnología
social la cuál está impulsando nuevas formas de producción y creación de valor.
Por ejemplo, organizaciones superestructurazas online que transcienden las
normas y procesos básicos que conocemos.
Los trabajadores deberán
conocer y anticiparse a los cambios en las organizaciones y revaluar,
desarrollar y actualizar sus competencias; adaptándose y aprendiendo
continuamente. El conocimiento como factor de producción.
3.- El desarrollo de un
nuevo ecosistema mediático y nuevas herramientas de comunicación que exigen una
nueva alfabetización que va más allá del simple texto.
Esto ocurre en un mundo
que demográficamente avanza hacia una mayor longevidad. El hecho de que miramos
más tiempo está teniendo un gran impacto en la naturaleza de nuestras carreras
profesionales y en la forma en que aprendemos, sobre todo en el área de la
tecnología.
El mayor protagonismo de
los sistemas y máquinas inteligentes trae consigo un nivel de automatización
que nos libera del trabajo mecánico, pero que da pié a tareas nuevas y
novedosas.
La interconectividad en
un mundo globalizado hará que la selección se enfoque en los profesionales y
directivos locales. Ya no será viable la colocación de expatriados en diversos
países. Siendo que las organizaciones globales sean capaces de integrar mejor a
los empleados y los procesos de trabajos locales.
A la luz de estas fuerzas
disruptivas se han identificado diez (10) competencias cruciales para el éxito
en el trabajo:
Pensamiento computacional
Es la capacidad para traducir
enormes cantidades de datos en conceptos abstractos y para entender el
razonamiento basado en datos.
Orientación al diseño
Es el dote que se tiene para
representar y desarrollar tareas y procesos de trabajo con los cuales se puede
alcanzar los resultados deseados.
Gestión del volumen cognitivo
Se trata de la capacidad para
discriminar y filtrar la información relevante; la optimización del
funcionamiento cognitivo mediante herramientas y técnicas.
Alfabetización mediática
Es la destreza crítica para valorar
y desarrollar contenidos que utilicen los nuevos medios y la capacidad para
explotarlos en aras de la comunicación persuasiva.
Transdisciplinariedad
Es la alfabetización y capacidad
para entender conceptos de múltiples disciplinas.
Capacidad de interpretación
Se trata de poder determinar el
significado profundo o la trascendencia
de lo qe se esttá expresando.
Inteligencia Social
Es la habilidad para conectar con
otros profunda y directamente y para percibir y estimular las reacciones e
interacciones deseadas.
Pensamiento innovador y adaptabilidad
Dominio para idear y proponer
soluciones y respuestas más allá de las mecánicas o basadas en las reglas.
Competencia Transcultural
La capacidad para operar en distintos
contextos culturales.
Colaboración virtual
Es la aptitud para trabajar de forma
productiva, estimular la participación y hacerse ver en un equipo virtual.
Si se tienen en cuenta los cambios
disruptivos que redefinirán el futuro, las empresas pueden mejorar su capacidad
para garantizar que sus trabajadores no solo tengan, sino que también renueven
sus competencias necesarias para crecer personal y profesionalmente y
alcanzar/mantener los objetivos estratégicos de sus instituciones.