Parque Mochima. Estado Anzoateguí- Venezuela

Parque Mochima. Estado Anzoateguí- Venezuela

Fundación Innovargh: Conocimiento en acción

Opina, escribe, suéna a través de Innovargh

Director: Pablo Lira
pabloliraduran77@gmail.com
Sígueme por Twitter:
@innovargh
@pabloliraduran

La hora en Caracas - Venezuela

sábado, 19 de diciembre de 2009

Los actores en el Sistema Nacional de Innovación

La concepción de los Sistemas Nacionales de Innovación (SNI), emerge con moderada profusión en los años noventa, cuando aparece un conjunto de obras, artículos en la literatura en la cual se hace énfasis en el rol de los factores particulares de una nación o región para promover el cambio tecnológico, en el cual se destaca el aprendizaje por interrelación e interacción Cervilla (2001), donde usuarios, proveedores, competidores, y la infraestructura.

En este sentido, surge la noción de SNI como un modelo interactivo de creación y uso del conocimiento en el cual participan diferentes agentes relacionados con la producción y desarrollo tecnológico.

El término fue utilizado por primera vez por Lundvall (1992). De esta manera, los procesos de innovación no se reducen a la capacidad que posean las empresas, los laboratorios, el sector público, sino que necesitan de un SNI, por cuanto se requiere de un conjunto de agentes involucrados y sus relaciones mutuas.

Cabe destacar que en esta modalidad, la información, el conocimiento y su utilización está dirigido a proyectos de colaboración, que se enmarcan en un proceso de investigación, desarrollo y aplicaciones con miras a una apropiación social de los usos de la ciencia y tecnología Ávalos, Bifano, et. all. (2004)

Para ese entonces que las exigencias que tienden a un desarrollo independiente no implican, necesariamente, ni la autarquía, ni el aislamiento, ni el cierre de fronteras, sino la búsqueda de formas de articulación con el exterior sobre la base de mecanismos nacionales y regionales que garanticen el proceso de crecimiento con justicia distributiva y alta participación popular en las decisiones.

Desde el punto de vista de la política científica, tecnológica y de innovación, la alternativa de otro desarrollo requiere no sólo de priorizar la producción de conocimientos científicos sobre nuestros recursos naturales y sobre nuestro ambiente sino que requiere, igualmente, la producción de conocimientos sobre nuestros grupos humanos, sobre nuestras instituciones, sobre nuestro pasado histórico reciente y mediato. Dicha política debe estar igualmente preocupada por estimular la creación de técnicas nuevas, de sistemas operacionales y de organización del trabajo adaptado a nuestras necesidades y según objetivos nacionales y regionales.

El primer autor que utilizó la expresión “Sistema Nacional de Innovación fue Lundvall en su libro con el mismo título publicado en 1992. Sin embargo, el término, según Lundvall y Freeman (1995), vino del autor Friedrich List de su concepción sobre el Sistema Nacional de Política Económica de 1841, el cual pudo haberse llamado “El Sistema Nacional de Innovación”.

List estuvo interesado en la posición competitiva de Alemanaza en comparación con Inglaterra, proponiendo una política de protección para las nuevas empresas diseñada para hacer posible la industrialización el crecimiento económico. La mayoría de estas políticas estuvieron relacionadas con el aprendizaje y aplicación de nuevas tecnologías.
Asimismo, reconoció la interdependencia de la inversión tangible e intangible; así como la vinculación de las industrias con las instituciones educativas. En igual forma también dio un importante rol al estado en el diseño, coordinación y ejecución de las políticas públicas de largo plazo para la industria y la economía a pesar de los avances y novedades de List en materia del concepto del SNI, no le era posible para su época, prever aspectos tales como, el acelerado desarrollo interno de los países en materia de investigación y desarrollo; el surgimiento de las multinacionales y el proceso de globalización.

Una dimensión clave en SNI hace referencia al surgimiento de la investigación y desarrollo especializado de las instituciones como una fuente clave de progreso tecnológico. En ello, los autores Lundvall (1992), Jonson (1992) y Freeman (1995) hacen referencia y describen como, por ejemplo, en los países industrializados fue un factor de ventajas competitivas: los laboratorios de I&D de las empresas químicas en Alemania; la combinación de I&D en la maquinaria y los trenes en Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos de Norteamérica.

Sin embargo, en los años 50 y 60 se produjo una importante fuente acumulada de información que el índice de progreso tecnológico y crecimiento económico dependía más y más de una más eficiente difusión de conocimiento dirigida ala innovación social antes que la innovación tecnológica.

Durante los años 70 y 80 la evidencia empírica sobre los SNI indicaba que el éxito de las innovaciones, su rata de difusión y la productividad asociada obtenida, dependía de otras influencias tales como, la innovación incremental proveniente de la ingeniería de producción, técnicos y obreros; así como todo lo relacionado con las distintas formas de organización. Mucho de las mejoras en los productos eran derivadas de una interacción con el mercado y empresas relacionadas: subcontratistas; ello hace referencia de los vínculos externos con sistemas tecnológicos de menos alcance. Ejemplo de ello se observó en los adelantos de Japón y otros países asiáticos como Sur Corea en el anillo asiático.

Continuando con la dimensión comparativa en el ámbito internacional, el autor Freeman (1995), hace referencia a las diferencias en los desarrollos de los SNI en Japón y Corea en contraste con los Estados Unidos. El desarrollo tecnológico iniciado por estos países en los años 70 hizo que se consideraran otros factores de tipo cualitativo, aparte de los cuantitativos que, combinadamente trajo como consecuencias este avance importante. Por ejemplo, que invertir grandes recursos en I&D en si mismo, no garantizaba el éxito en innovación, difusión y productividad: mayor calidad en nuevos productos y procesos, tiempos de entrega más cortos, mayor rapidez en la difusión de nuevas tecnologías.
Para los efectos de este tema, es pertinente destacar la perspectiva de uno de los principales autores de referencia en el campo de los SNI, así como en las distintas propuestas y sugerencias en la formulación e instrumentación de guías de políticas de desarrollo científico y tecnológico que ha reflexionado sobre Latinoamérica; así como los autores Arocena y Sutz (2006).Freeman (1995) destacaba las diferencias entre los países asiáticos y Latinoamérica:

Asia Oriental

-Expansión de la educación universal con alta participación en educación universitaria con alta
proporción de ingenieros graduados.

-Importación de tecnología usualmente con iniciativas locales en cambios tecnológicos y en
etapas avanzadas en I&D.

-Inversión en I&D mayor del 50 %.

-Desarrollo de una fuerte infraestructura de I&D y en su etapa avanzada con una buena relación
con la I&D industrial.

-Altos niveles de inversión y mayor flujo de inversión y tecnología japonesa con un yen fuerte en
1980 con una alta influencia de los modelos de gerencia japonesa con las redes organizacionales
(empresariales).

-Fuerte inversión en infraestructura avanzada en las telecomunicaciones.
-Crecimiento rápido y sostenido de la industria electrónica y uso extensivo del feedback de los
mercado internacionales.
Latinoamérica

-Deterioro en el sistema educativo con menor proporción de ingenieros graduados.

-Alta transferencia de tecnología especialmente de los EEUU con una débil I&D a nivel de empresas y poca integración y transferencia de tecnología.

-Inversión en I&D por debajo del 25%.

-Débil desarrollo de la infraestructura tecnológica y pobre relación con la I&D industrial.

-Declinación de la inversión extranjera (principalmente de EEUU). Bajo nivel de networking tecnológico internacional.

-Bajo desarrollo en telecomunicaciones.

-Industrias electrónicas débiles con baja exportación y poco aprendizaje tecnológico
internacional.
La dimensión de la globalización es referenciada por este autor bajo un enfoque de análisis y desarrollo previo de la infraestructura de aprovechamiento de lo tecnológico en la globalización, ya que en su mayoría, la I&D básica de las empresas globales se realiza en sus países de origen y poco o nada en los países en que se instalan o desarrollan sus operaciones.
A pesar de que están en posición de realizar acuerdos de transferencia de tecnología de equipos especializados, así como habilidades a sus nuevas locaciones para estimular y organizar el aprendizaje necesario; razón por la cual muchos de los gobiernos de los países en desarrollo y Europa han estado interesados en ofrecer incentivos para atraer el flujo de inversión y transferencia de tecnología asociada de empresas trasnacionales radicadas en Japón, EEUU y China.
Sin embargo, tales esfuerzos serán de poco o ningún éxito a menos que sean acompañados de una variedad de cambios institucionales diseñados para fortalecer capacidades tecnológicas internas en los países en vías de desarrollo.

En este contexto, de oportunidad para Latinoamérica, los autores Arocena y Sutz (2006), destacan y proponen las siguientes facetas para iniciar, en forma ajustada a los países del sur, guías para su desarrollo:
- El desarrollo humano, en tanto mejora de la calidad de vida de la gente, sin lo cual no hay
real expansión de libertades.

- El desarrollo sustentable, en tanto preservación en el presente de los recursos que permitirán
a las generaciones futuras atender a su propia calidad de vida;

- El desarrollo económico, en tanto elevación no sólo cuantitativa sino también
y fundamentalmente cualitativa de los niveles de producción, lo que es condición necesaria pero
no suficiente para el desarrollo humano sustentable.

- La construcción de las bases materiales y sobre todo de las condiciones y capacidades sociales
que garanticen la auto sustentabilidad del Desarrollo de cara al porvenir.

Ahora bien, en atención a la caracterización presentada hasta ahora, los factores específicos de una nación o región para promover el cambio tecnológico; así como plantear un esquema de desarrollo bajo una visión sistémica, deriva del diseño, formulación, apoyo en políticas públicas de sustento a la ciencia, tecnología e innovación (CTI), es precisamente el enfoque de lo que se tratado como Sistema Nacional de innovación (SNI), como modelo interactivo de generación y uso del conocimiento y en el cual participan las diferentes articulaciones, expertos, agentes e instituciones asociados a la CTI.

En virtud de ello, la innovación y el desarrollo en CTI son el producto de la compleja red de relaciones de los actores mencionados anteriormente; por lo que el desempeño innovador de un país, tal como se ha mencionado, dependerá en gran medida de la manera o el cómo dichos actores e instituciones se relacionan como parte del sistema colectivo de creación de conocimientos Cervilla (2001).

De acuerdo a la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica, los actores e instituciones de un SNI están conformados principalmente por las empresas privadas, las universidades, los institutos públicos de investigaciones; así como las personas que se desenvuelven en este marco de actuación.

Los vínculos pueden tomar la forma de investigación conjunta, intercambio de personal, elaboración y registro de patentes cruzadas, compra de equipos y una gran variedad de canales.
A pesar de que no haya una simple definición universalmente aceptada sobre los SNI, lo que es más importante es la red de interacción o el sistema, que se refleja en los diferentes enfoques, tal como se despliega en el escrito de la OECD citado por Cervilla (1997):
Una red de instituciones públicas y privadas, cuyas actividades e interacciones inician, importan, modifican y difunden nuevas tecnologías (Freeman).
Los elementos y relaciones que interactúan en la producción, difusión y uso de conocimiento nuevo y útil desde el punto de vista económico.. que están localizados en una región determinada (Lundvall).
Una serie de instituciones cuya interacción determina el desempeño innovador de las empresas de un país o región (Nelson).

Las instituciones nacionales, su estructura de incentivos y sus competencias, que determinan la tasa y la dirección del aprendizaje tecnológico o el volumen y la composición de las actividades generadoras de cambios en un país o región (Pattel y Pavitt).

Una serie de instituciones que, tanto a nivel individual como conjuntamente, contribuyen al desarrollo y la difusión de nuevas tecnologías, y proveen el marco dentro del cual los gobiernos deben diseñar e implementar políticas dirigidas a estimular los procesos de innovación. Es un sistema de instituciones conectadas para crear, almacenar y transferir los conocimientos, destrezas y desarrollos que definen nuevas tecnologías (Metcalfe).

La medición y evaluación del SNI se ha enfocado en cuatro (4) tipos de flujo de conocimientos e información:
1.- Interacciones entre las empresas, principalmente actividades de investigación conjunta y
otras colaboraciones técnicas.
2.- Interacción entre empresas, universidades e institutos públicos de investigación, incluyendo
investigación conjunta, patentes en conjunto, co publicación y otros vínculos de tipo informal.
3.- Difusión de conocimientos y tecnología hacia las empresas, incluyendo el índice o rata de
adopción y difusión de nuevas tecnologías,
4.- Movilidad de personal enfocado al intercambio y movimientos de personal técnico dentro y
entre los sectores público y privado.

Los intentos para vincular los flujos de conocimiento e información hacia las organizaciones redundaría en altos niveles de colaboración técnica, difusión tecnológica y movilidad de personal que contribuirán al mejoramiento de la capacidad innovativa de las empresas en términos de productos, patentes y productividad.

Cabe destacar que en el contexto de la formulación de desarrollo como país, el enfoque de los SNIs, constituye un marco de actuación basado en la interacción, debiéndose considerar la innovación tecnológica y social en el marco de una estructura industrial y en un contexto nacional con sus factores constituyentes: educación, cultura, niveles de empleo, claridad y estabilidad de sus políticas industriales, educativas y de apoyo social; por lo que el entendimiento de l enfoque presentado permite guiar y orientar; así como servir de marco al diseño y formulación de la política científica, tecnológica y de innovación OCDE (1997).
En este sentido, para la autora Pérez (2006), el acento de las políticas de desarrollo y en las políticas de tecnológicas han de promover la interacción innovativa.

Ahora bien, en el ámbito de los SNIs, la noción de red emerge como uno de los tipos de arreglos institucionales enmarcado en el enfoque del autor Tushman (1998) y Tushman y Nadler (1999) basado en el análisis de congruencia en su Modelo de Arquitectura Organizacional en sus dimensiones: Tareas cruciales, la cultura organizacional, la organización formal y gente; por lo cual, las redes de innovación se combinan y complementan en función de un interés y objetivos propios. Sostienen que las redes son un elemento crítico en la formación de mercados, mediante su contribución al aprendizaje, especialmente en la generación de conocimientos relacionados con los bienes de capital.

En este sentido, las redes de innovación constituyen un esquema de organización en la cual interactúan y participan los distintos factores y agentes del SNI con objetivos e intereses comunes o que se intersectan en determinada área de atención para las partes; ya sea en el desarrollo o aplicación del conocimiento para un propósito específico de tipo científico, de desarrollo tecnológico o de mejoramiento de procesos productivos o de nuevos servicios. Casas (2001).
Bibliografía consultada

- Alexander C. y Knight, G. “Situated Identities and Social Psychological Experimentation. Sociometry, 34, 1971, pp.65-82. Citado por Pfeffer J., 2000.
- Allan Af. (1999). La Dinámica de la Innovación Organizacional. México: Oxford.
Alvarez, V. y Rodríguez D. Del Sector Ciencia y Tecnología a la Sociedad del Conocimiento. Revista Temas de Formación. Año 2003. No. 38. Caracas: Universidad Católica “Andrés Bello” (UCAB).
- Arocena R. y Sutz J. El Estudio de la Innovación desde el Sur y las Perspectivas de un Nuevo Desarrollo. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación. No. 7. Septiembre – Diciembre 2006. Recuperado el 15 de noviembre de 2008. En la base de datos: http://campus-oei.org/catedractsi/seminario4y5lecturas.htm
- Ávalos, B. (2004). Uso y Ciencia en Venezuela. Caracas: Fundación Polar – CENDES.
- Bem, D. Self Perception Theory. Advances in Experimental Social Psychology, vol. 6, Academy Press. New York. 1972, pp. 1-62. Citado por Pfeffer J., 2000.
- Berners Lee, T. (2000). Tejiendo la Red. España: Siglo XXI.
- Brafman O. y Beckstrom, R. (2006). The Starfish and the Spider: The Unstoppable Power of Leaderless Organizations. USA: Penguins Books.
- Burt, R. (1992). Structural Holes: The Social Structure of Competition. USA: Harvard University Press.
- Capra, F. (1996). La Trama de la Vida. España. Edit. Anagrama.
- Casas, Rosalba. “El Enfoque de Redes y Flujos de Conocimiento en el Análisis de las Relaciones entre Ciencia, Tecnología y Sociedad”. Recuperado el 10 de octubre de 2008. En la base de datos: Revista Kairos. Año 5. , 2do. Semestre. 2001. Pp.1-17. Recuperado el 10 de septiembre de 2008. En la base de datos: http://www2.fices.unsl.edu.ar/~kairos/k8-d07.htm
- Chadi, M. (2000). Redes Sociales en el Trabajo Social. Argentina: Espacio.
Carosio, A. y Valera P. Redes Socio-Productivas. Cuadernos de Postgrado. CEAP. No. 26. 2008. Pp.119 – 194. Caracas: Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Central de Venezuela.
- Castells, M. (2006). La Era de la Información. La Sociedad Red. Vol. 1. España: Siglo XXI.
- Cejas M. y Jácome M. (2006). La Organización en el Marco de la teoría Social. Valencia: Universidad de Carabobo.
- Cervilla, M. La Innovación como un proceso económico y social: Algunas reflexiones para el diseño de una estrategia de desarrollo. Temas de Docencia. No. 8. 2001. Caracas: Cendes.
Centro de Estudios Tomillo (2002)
- Chatman, J.; Coldwell, D y C. (1991). Managerial Personality and Early Career Success. Hass School of Bussines, University of California, Berkeley, Citado por Pfeffer J., 2000.
- Cornella. A. (2003). Hacia la Empresa en Red. España: Gestión 2000.
- De León, L. (2006). Lecciones Aprendidas en la Conformación de Redes de Trabajo. Guatemala: Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá. INCAP Pg.2. Recuperado el 14 de septiembre de 2008. En la base de datos: www.mag.gob.sv/administrador/archivos/0/cat/file_45.ppt
- Drucker Peter. (1986). La Innovación y el Empresario Innovador. Edit. Sudamericana. Pg. 172-206.
- Drucker, Peter. (1989). Las Nuevas Realidades. Colombia. Edit. Norma.
- Eisenhardt, K. “Agency Theory: An Assessment and Review”. Academy of Management Review, 14, 1989, pp.57-74. Citado por Pffefer, 2000.
- Etkin Jorge. (2005). Gestión de la Complejidad en las Organizaciones. Argentina: Granica.
- Etzioni, A. (1972). Organizaciones Modernas. México: Unión Tipográfica Editorial Hispanoamericana
_____ (988). The Moral Dimension: Toward a New Economics. New York. Free Press.
- Francés, A. (2008). Compromiso Social: Gerencia para el Siglo XXI. Caracas: IESA.
- Freeman, C. The “National System of Innovation in Historical Perspectives. Cambridge Journal of Economics. 1995, 19, pp. 5-24.
- Galskiewing y Wasserman. “Mimetic Process within an Interorganizational Field. An Empirical Test”.In: Administrative Science Quarterly. No. 34. 1989. pp. 454 – 479.
- Gerlach, M. (1992). Alliance Capitalism: The Social Organization of Japanesse Business. USA. Edit. University of California Press.
- Gómez, E. (2005). La Responsabilidad Moral de la Empresa Capitalista. Caracas. Edic. Fundación CEDICE.
- Gram, G. (1999). Internet. Una Indagación Filosófica. España: Cátedra.
- Grandori A. y Soda G.. “A relational approach to organization design”. In: Industry and Innovation. Vol. 13. No. 2. June 2006. Pp. 151 – 172.
- Granovetter, M. “Economic Action and Social Structure”. In: American Journal of Sociology. No. 91. 1986. pp. 93-130.
- Guédez, V. (2006). Ética y Práctica de la Responsabilidad Social Empresarial. Caracas. Planeta.
- Hackman, J. y Oldham, “Work Redesign. USA. Edit. Addison Wesley. Citado por Pfeffer J., 2000.
- Hamel Gary; Prahalad H. (1998). Compitiendo por el Futuro. Edit. Ariel.
- Harmaakorpi V. y Perkkarinen S. Building Regional Innovation Networks: The Definition of an Age Business Core Process in a Regional Innovation System. Regional Studies. Vol. 40 -4. june 2006. pp.401-413.
- Jo Hatch, M. (1997). Organization Theory. Modern, Symbolic and Postmodern Perspectives. USA. Edit. Oxford.
- Kwant, R. (1969). Filosofía Social. Argentina. Edit. Carlos Lohlé.
- Langer, E. (1983). The Psychology of Control. USA: Sage,
- Lanz, R. (1992). El Pensamiento Social, Hoy. Venezuela: Fondo Editorial Tropykos.
- Largo, L. ¿Gerencia con Liderazgo?”. Revista CEAP. Venezuela. Universidad Central de Venezuela. 2008. pp. 65-72. Caracas: UCV.
- Lundvall, B. National Innovation Systems. (2005). Analytical Concept and Development Tool. Denmark: Aalborg University.
- Luthans, F. y Kreitner, R. (1975). Organizational Behavior Modification. Citado por Pfeffer J., 2000.
- Malavé, J. (1999). Prácticas Organizacionales. Venezuela: IESA.
- March, J. Bounded Rationality, Ambiguity and Ingineering of Choice. Bell Journal of Economics, no. 9. 1978. pp. 587-608.
- Marsden, P. (1990). “Network Data and Measurment”. American Review of Sociology. Vol. 6.
- Martínez, M. (1993). El Paradigma Emergente. Hacia una nueva teoría de la racionalidad científica. España.: Gedisa.
- Méndez, R. (2004). Universidad Complutense de Madrid. Mimeografiado.
- Mercado, A. y Michelena H. (2005). Ciencia y Tecnología en América Látina. Una mirada desde Venezuela. Venezuela: UCV – Fundación Polar.
- Morris, M y Peng, K. “Culture and Cause. In: Journal of Personality and Social Psychology, 67, 1994, pp. 949-971. Citado por Pfeffer J., 2000.
- Mullins D. y Rhodes M. Special Issue on network theory and social housing. Housing, theory and society. Vol. 24. no. 1. 2007. PP. 1 – 13.
“National Innovation Systems”. Organisation for Economic Co-operation and Development. 1997.
- Nord, W. “Beyond the Teaching Machine”. In: Organizational Behavior and Human Performance. 14, 1969. pp. 371-397. Citado por Pfeffer J., 2000.
- North, D. (1995). Instituciones, Cambio Institucional y Desempeño Económico. México: Fondo de Cultura Económica.
- Omahe, K. (1991). El Mundo sin Fronteras. México: MacGraw Hill.
- Pekkarinen S. y Harmaakopi V. Buiding Regional Innovation Networks: The Definition of an - Age Bussiness Core Process in a Regional Innovation System. Regional Studies. Vol. 40. June 2006. pp 401-413.
Pérez, C.(2000). La Reforma Educativa Ante el Cambio de Paradigma. Venezuela. Edic. Universidad Católica “Andrés Bello” – EUREKA.
- Pérez C. (2004). Revoluciones Tecnológicas y Capital Financiero. Caracas: Siglo XXI.
- Perozo, M. “Redes de Investigación e Innovación en la Universidad Venezolana. Revista Venezolana Análisis de Coyuntura. Vol. XII / no. 2. Julio-Diciembre. 2006. pp. 199 – 211.
- Pfeffer W. (2000). Nuevos Rumbos en la Teoría de la Organización. México: Oxford.
- Pirela, A. (2003). Venezuela. El Desafío de Innovar. Venezuela: Cendes – Fundación Polar.
- Regnosco M. “Complejidad”. En: Revista Relea. Vol. 2. Año 1999.
- Rogers, E. (1983). Diffusion of Innovation. New York. Free Press.
- Shein, E. (1988). La Cultura Empresarial y el Liderzgo. Una Visión Dinámica. España: Plaza & Janes.

- Staw, B. “Rationality and Justification in Organizational Life”. En B. M. Staw y Cummings (eds). Research inOrganizational Behavior. Vol. 2 JAI Press, USA, 1980, pp. 45-80. Citado por Pfeffer J., 2000.
- Tapscott, D. (ed.) 1999. Creating Value in the Network Economy. Cambridge: Harvard Business Press
- Tapscott, D. (1995). The digital Economy: Promise and Peril in the Age of Networked Intelligence. New York: McGraw-Hill
- Tapscott, Dan. 1998. Growing Up Digital: The Rise of the Next Generation. New York: McGraw-Hill.
- Texier, E. (1999). Redes de Comprensión. Venezuela: CEAP-UCV
- Tushman M. y O´really C. (1998). Innovación. México: Prentice Hall.
- Tushman M. Y Naddler D. (1999). El Diseño de la Organización como Arma Competitiva. México: Oxford.
- Valdes L. (2003). Innovación. El Arte de Inventar el Futuro. México: Centro de aprendizaje organizacional.
- Valdes L. (2002). La Re-evolución Empresarial del siglo XXI. Bogotá: Norma.
- Valencia M. “El Capital Humano. Otro Activo de su Empresa”. Revista Entramado. Vol. 1. No. 2. Julio – Diciembre. 2005. pg. 20 – 23.
- Van de Ven A. y Polley D.; et all. (2001). El Viaje de la Innovación. El Desarrollo de una Cultura organizacional para Innovar. México: Oxford.
- Rincón, E. “Enfoques sobre el Cambio Tecnológico en Países en Desarrollo”. En: Cuadernos Latinoamericanos. Venezuela. La Universidad del Zulia (LUZ). Año 15. Diceimbre 2004. no. 26. Pp. 3-51
- Ventocilla E. (1999). Cultura de Agregación de Valor. Caracas:. DKVGROUP.
- Ventocilla E. (1997). Programa Avanzado de Consultoría (PAG). Caracas: Edic. ILOS.
- Walsh J. y Meyer A., et. All. “A future form organization theory: Living in and living with changing organizations”. In: Organization Science. Vol. 17. no. 5. no. 5. Septembrer – October. 2006- Pp. 657 – 671.
- Weick. K. (1969). The Social Psychology of Organizing. USA. Addisson – Wesley.