Para decirlo en criollo: ¿Cómo somos los venezolanos en materia de COCOWATCH? (Creatividad e Innovación)
Los venezolanos (me atrevería a decir: los latinoamericanos / cenroamricanos), sentimos una especial preferencia por los intercambios simbólicos y emotivos, mientras que las tareas concretas y definidas que tenían un comienzo, un final y un resultado tangible no son precisamente de nuestro agrado, a decir del autor Rial (1997). ¿Quería decir este autor que, apreciamos más lo poético, lo emocional, la discusión abstracta, que la tecnología y la acción pragmática?
La preponderancia del “échame el cuento de cómo es” priva más sobre la constatación o chequeo de fuentes e investigar si es falso o no. Este argumento de que somos así, se complementa o posee la fuerza de la propiedad asociativa: que la mayoría piensa que así somos; que ello hasta forma parte esencial de nuestras creencias y valores que se constatan hasta en el día a día de las empresas. Tan fuerte como que “el otro es el culpable” o “la culpa es de la vaca”.
Como una fuerza contundente (ojo: y con estudios científicos realizados en el país (un solo de ellos: Miñarro A. Greaves R. (1999) atreveríamos a responder que, ¡así son las cosas!
Entonces, el tema de la ciencia y técnica en la cultura nacional es clave iniciar un desplazamiento hacia las implicancias de lo que significa investigar y servirse del conocimiento y tecnología para los venezolanos; dado que estamos inmersos en lo que denomina la profesora Carlota Pérez (2002), la revolución de la informática y de las telecomunicaciones.
Impactar la cultura en la esfera nacional es crear las condiciones estratégicas para que la actividad de ciencia, tecnología e innovación adquiera la capacidad de perdurar en el tiempo; junto con los recursos y procesos que exige la acción coordinada del sistema nacional de innovación. Es vincular la ciencia y la tecnología a la dimensión antroposocial del venezolano. ¿Cuál es la brecha?: ¡Inmensa! Pero algo hay que hacer. El tema aquí es: diseño del futuro deseado en materia de ciencia y sus beneficios.
¿Qué implica la actividad científica? En virtud de ello, sostenemos que es sumamente importante, revisitar las implicaciones y exigencias de la actividad científica, la transferencia y utilización del conocimiento. Es que la actividad de investigar, observar, recopilar, graficar, cotejar datos (cualitativos y cuantitativos), interpretarlos, compararlos y relacionarlos con lo cotidiano implica la adopción de un conjunto de conductas que nacen desde la misma familia, escuelas, universidades y hasta el trabajo.
Desde dónde pensamos y actuamos la ciencia y uso del conocimiento en Venezuela? Una de las tantas vías sería hasta preguntarse, ¿Qué tal si pensamos a la ciencia y técnica desde lo social, como complemento a lo económico?
Una de las acciones clave es el cambio de esa narrativa en la que se reconoce y premia al pico ´plata o al que “habla bonito” que aquel que ofrece un discurso argumentado basado en datos o en estudios referentes. Es decir, aquel que le ha puesto “COCOWATCH” al asunto. Claro que el lenguaje analógico o emocional es importante, pero es que su complemento, el lenguaje digital, aquel basado en referentes producto de la investigación, de la prueba y del mejoramiento.
Señores, permítannos decirle que esto es más serio y profundo de lo que uno cree; podríamos estar presentando un extenso inventario del como somos los venezolanos “de beldad beldad” y la clave del asunto es que, hoy y siempre, se hace imperativo, diseñar e instilar una narrativa que refuerce, acompañe y ofrezca las condiciones para ir abordando las implicaciones y requisitos de las conductas expresadas en las actividades de ciencia, tecnología e innovación. Una que facilite, en el ámbito del lenguaje de una fuerte capacidad innarativa en nosotros como actores y objeto del bienestar de los procesos creativos e innovadores se ha de revistar y tienen claros los comportamientos y conductas coherentes con las acciones de investigar, recopilar organizar comparar datos, darle un significado alineado a lo que se pretende conocer. Es el primer paso de conversión del dato en información. Por ello, bien vale la práctica actual en escuelas de trabajos en programas, en las cuales los alumnos se les inculca y modela la práctica de buscar información, comparar datos en distintas fechas y reportar resultados mejor aún, su evaluación se fundamenta en escalas cualitativas de presencia o no de competencias; todo ello, en la educación básica.
Adicionalmente, observamos que por experiencia o vivencia interna, que la cultura venezolana premia, al que con lenguaje emotivo, 2habla bonito” que aquel que argumente con lógica y sentido y con datos (inicialmente cuantitativo) una idea.
Muchos dirían que “así somos” y que se constata en el día a día de nuestras empresas.
Una propuesta dirigida a la dimensión antroposcial: La clave del asunto es que se hace imperativo diseñar, instilar e impulsar en nuestra narrativa y acción, los beneficios de la ciencia, tecnología e innovación; es decir, impulsar un desplazamiento hacia los hombres y mujeres venezolanas que queremos a futuro y desde la dimensión ciencia, tecnología e innovación.
Ante ello, creemos que existen unos “cables pelaos” entre las exigencias de una cultura basada en la búsqueda, transferencia y apropiación de la Innovación y muestra posibilidad y habilidad innovadora; de investigar y convulsionar nuestros recursos y capacidades en forma alineada a un propósito común del (sistema nacional de innovación) aprovechar las bondades de la investigación.
Habría que rediseñar, tener claro las exigencias conductuales del accionar de un sistema y cultura nacional de innovación cuyo despliegue coherente e interacciona toda de actores asociados a la administración y gestión del conocimiento generador de ciencia, tecnología e innovación, es decir, la identificación, adquisición, difusión, y utilización del conocimiento según Probst, Ramb, et all (2006).
Es hacer de estas actividades parte clave del que hacer del venezolano en la conexión: empresa- academia y estado en un ambiente de redes de conocimiento e innovación. Esto nos llevaría a revisar e instilar valores centrales hacia el aprecio a la indagación, a la discusión a la complementariedad a la crítica, experimentación prueba y en aprender en red, en conexión.
Cultura nacional, organizacional, escolar y familiar como soporte a la normativa a la ciencia, la tecnología e innovación. Pensamiento, lenguaje, emoción y acción enfocados y alineados hacen las bondades para el bienestar del país.
Referencias Bibliográficas:
- Rial Alberto (1997). “La variable independiente. El rol de la idiosincrasia y valores sociales en el desarrollo de venezuela” Editorial Galac.
- Granell Elena, Garaway D. (1997)”Éxito Gerencial y Cultura. Retos y oportunidades en Venezuela” Editorial IESA.
- Schein Edgar (1985). “La cultura Empresarial y el Liderazgo”. Editorial Plaza y Janes.
-Silicio Caseres. et all. (1999) “Liderazgo, valores y cultura organizacional. Hacer una organización competitiva” Editorial Mc Graw Hill.
- Probst G. Rawb et. All (2001) “Administre el Conocimiento” Editorial Prentice Hall.
- Miñarro Andrés y Greares Rosalind. “Factores psicosocial que acompañan al subdesarrollo socioeconómico”.En: Boletín del Centro de Investigaciones de ciencias del Comportamiento. Nº 4 año 1999. Pp. 7-30.
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