En estos momentos de preparación, de cambios y de reflexión en que nos encontramos en los distintos países latinoamericanos, les copio este mensaje de un amigo y colega facilitador de procesos de procesos de aprendizaje, el cual sugerimos su lectura y discusión.
“¿Es una fe sincera la fe que no actúa?”- Jean
Baptiste Racine
Hoy que son tiempos desafiantes, llenos de
posibilidades y de “nuevos conceptos” que parecen funcionar, han surgido
miles de teorías que a criterios de autores y promotores: alivian la
vida; curan el estrés; mejoran la salud a través de la pérdida de peso;
conectan al ser humano con su propio ser y en algunos casos se ofrece
que te ponen en comunicación con el más allá, entre tantas cosas.
Mi intención no es criticar ni validar ninguna
de esas teorías; cada quien tiene el derecho y la libertad de creer, lo
que siente que está bien para sí mismo, y así, cada quien se forja su
ser y su forma de vivir.
Mi propósito es mostrar cómo las lealtades
a algunos ideales no permiten pasar de un límite, y que una vez que la
vida te presiona te das cuenta que aferrarse a ellas es inútil, esto
es aplicable a muchas convicciones e incluso al mismo valor de la
lealtad.
Ideales y lealtades a revisar
Estar parado en ese lugar donde se afirma que:
“creo con fe ciega en “X” cosa”; puede que eso sea útil hoy y no
necesariamente mañana, del mismo modo que cuando afirmo: “Yo practico la
lealtad como valor” y sobre esta base no soy capaz de revisar ese valor
en relación a personas o creencias, puede estar jugándose el presente y
el futuro.
Los ideales se defienden con criterios y
conciencia de beneficios particulares y colectivos, ya que son éstos
los que definen parte de lo que somos y hacemos como entes sociales, y
seguramente a través de ellos nos relacionaremos en muchos ámbitos.
Si no se es capaz de cuestionar los fundamentos
y los beneficios de un ideal, sólo porque “Soy leal”, se estará actuando
de manera fanática ante un ámbito de la vida, cosa que puede resultar un
atraso para el desarrollo humano y social.
Revisar mis ideales y lealtades, es necesario
para el desarrollo personal, es fundamental para cambiar, sirve para
aclarar los principios que nos rigen y, finalmente permite abrir una
ventana y recibir nuevos aires.
Quienes viven con ideales y lealtad, la vida los
honrará con sus frutos; cuando el ideal no te deja actuar, eres preso de
ti mismo.
Por: Amancio E. Ojeda Saavedra
@amanciojeda